Una masa informe de carne desparramada sobre el asiento del conductor, con una mano apoyada en el volante y la otra por fuera del receptaculo donde se cobra (es decir, colgando como un macarra con su seat leon escuchando a los chicos-camela-niñapastori o peor aun, MELENDI y con el brazo izquierdo fuera....) era el origen del ruido, y pense yo que no veia ningun telefono y o bien el tio estaba mal de la cabeza y hablaba solo, o bien tenia un manos libres y estaba llamando en horario laboral y mientras conducia. No se cual de ambas opciones me daba menos miedo. Sea como fuera me vinieron unas ganas horribles de bajarme del bus, Burgos es una ciudad intricada de cojones y esta repleta de curvas y rotondas criminales que este animal tomaba con una sola mano, como cuando el kinki de vuestro barrio aparca su Golf tuneado o conduce los coches de choque de la feria. La cosa es que al menos estuvimos en dos ocasiones cerca, demasiado cerca, de pegarnos una torta tremenda con otro coche y farola respectivamente, pero el amigo parecio no darse cuenta y seguir felicitando hasta al ultimo numero de su agenda, porque, como minimo, yo contabilice OCHO LLAMADAS por el manos libres. Esto, si eres trabajador de oficina, se entiende, pero si conduces un autobus municipal CON UNA SOLA MANO, es bastante jodido. Pero vamos, que no me extraña en absoluto, el parque de autobuseros de este sacrosanto lugar es como para plantearse un medio alternativo y mas seguro como es la bicicleta a las doce de la noche y sin chaleco reflectante, o las carerras a contramano por mitadde la ciudad en hora punta.
Burgos, esa ciudad deprimida y deprimente.
Alemania, 1939, pasajeros al Bus.
1 comentario:
la vida en el autobus es intensa ejejejje yo por ahora he llegado a villatoro cuando queria ir a gamonal, casi llego al cementerio cuando mi destino era el centro y cuando llega las fiestas de San Pedro el autobús es una jauria de animales, si se supone que hay un limite de plazas aquí no existe, la gente iba sentada en las barras para dejar pasar.
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