lunes, julio 24, 2006

Helter Skelter - O cuando los Beatles se salían de su tónica -

HELTER SKELTER (Descontrol)

Esta es, posiblemente, una de mis canciones preferidas de los Beatles. Curiosamente es el tema mas odiado por los seguidores del cuarteto, en ella los Beatles se desatan y nos ofrecen, alejado de su estilo "Pop Britanico" un tema que estaba mas cerca del Rock Duro. Todo un hallazgo para los que quieran descubrir la cara mas oculta de los cuatro de Liverpool. Si os la baiais (lo recomiendo) recordad que debeis borrarla del disco duro pasadas 24 horas....





When I get to the bottom I go back to the top of the slide
Where I stop and I turn and I go for a ride
Till I get to the bottom and I see you again.

Do you, don't you want me to love you
I'm coming down fast but I'm miles above you
Tell me tell me tell me come on tell me the answer
You may be a lover but you ain't no dancer.

Helter skelter helter skelter
Helter skelter.

Will you, won't you want me to make you
I'm coming down fast but don't let me break you
Tell me tell me tell me the answer
You may be a lover but you ain't no dancer.

Look out helter skelter helter skelter
Helter skelter

Look out, cause here she comes.

When I get to the bottom I go back to the top of the slide
And I stop and I turn and I go for a ride
And I get to the bottom and I see you again

Well do you, don't you want me to make you
I'm coming down fast but don't let me break you
Tell me tell me tell me the answer
You may be a lover but you ain't no dancer.

Look out helter skelter helter skelter
Helter skelter
Look out helter skelter
She's coming down fast
Yes she is
Yes she is.

La senda de un Perdedor



Charles Bukowski (1920-1994) nació en la ciudad alemana de Aldernach, pero a los dos años se trasladó con su familia a Los Ángeles, donde vivió toda su vida. Durante muchos años, y tras un breve paso por la universidad, se ganó la vida con trabajos manuales temporales, espaciados por los periodos de vacaciones que se tomaba cuando tenía suerte en las apuestas del hipódromo, afición que reflejó continuamente en su obra. Empezó a escribir cuentos muy joven pero, tras un primer relato publicado por una revista en 1944, abandonó la literatura por un espacio de diez años, en los que sentó los cimientos de su leyenda alcohólica.
























Sus primeras obras se publicaron en la década de 1960 en editoriales y revistas underground; a esta época pertenecen colecciones de poemas como Crucifijo en una mano muerta (1965) o la que para muchos es su mejor obra en verso, Los días pasan como caballos salvajes sobre las colinas (1969). La poesía de Bukowski, al que le gustaba vanagloriarse de haber escrito su primer poema con 35 años, está marcada por un realismo descarnado y lírico a un tiempo, explícito, tierno en ocasiones y brutal en otras, abundante en datos autobiográficos, personalísimo y pleno de humor ácido y desencantado. Nunca abandonó su producción en verso que, con los años, se fue haciendo más directa, más sobria, como en El amor es un perro del infierno (1974) o La última noche de la tierra (1992). Bukowski escribió más de treinta poemarios, que le han acreditado como gran poeta.

Su primera novela,
Cartero (1970), le permitió abandonar la oficina de correos en la que trabajaba. A ésta seguirían otras cinco, todas protagonizadas por Henry Hank Chinaski, alter ego del propio Bukowski, entre las que cabe destacar La senda del perdedor (1982). Los cuentos de Bukowski están reunidos en varios volúmenes. El más conocido, Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones (1972), recoge relatos aparecidos en varias revistas underground. Su obra inspiró una película, Ordinaria locura, a Marco Ferreri, a la que seguiría Barfly (1989), de Barbet Schroeder y con guión del propio Bukowski. La prosa de Bukowski es, si cabe, más autobiográfica, en un 90% según el propio autor, que su poesía, y es la que le ha dado fama entre los lectores de habla hispana; todas sus obras en prosa están publicadas en español.
El
alcohol, el sexo, la soledad y los aspectos más absurdos y sórdidos de la civilización ocupan un lugar de honor en la obra de Bukowski, que siempre evitó los ambientes literarios; prefería los bares y las habitaciones lúgubres.



Tal para cual

Un pais no tan lleno de maravillas

Lewis Carroll, que no se llamaba Lewis Carroll, sino Charles Lutwidge Dodgson, vino a este mundo en la aldea de Daresbury, en la región de Lancashire, el 27 de enero de 1832, en donde residió hasta cumplir los 11 años.



Lewis Carroll

Dado que el mundo de Lewis Carroll es absurdo y disparatado, cabe formularse una pregunta malintencionada, ¿ejerció el ambiente familiar, rutinario y convencional, la influencia contraria a lo que se buscaba en la educación de unos hijos, que, por otra parte, y fuera del escritor, no destacaron en nada que haya trascendido?

Mucho más tarde, el mismo Charles Lutwidge Dodgson, revelado niño prodigio en el colegio, llegó a tomar las órdenes de diácono, siguiendo la huella paterna, pero antes, licenciado en letras, ya impartía clases y vivía, en el ambiente universitario de Oxford, en el cual permaneció 47 largos años, es decir, el resto de su vida.

Y esta persona singular, profesor y diácono, introvertido, soñador de países maravillosos, de mundos de espejo, y al mismo tiempo destacado matemático, mente lógica donde las hubiere, amante del teatro y aparente misógino porque nunca contrajo matrimonio ni se le conocieron amores, no sólo escribió Alicia en el País de las Maravillas, sino que se enamoró de su heroína, no un producto puramente mental, ya que la pequeña Alice, hija del Doctor Liddell decano en el departamento de Christ Church, en Oxford, constituye el modelo en el cual se basó el personaje de ficción. Una extraña historia de amor, tan atípica, como el mismo Charles-Lewis, pero, ¿acaso existe conclusión más delatora que el final de Alicia en el País de las Maravillas, en las últimas palabras con las que termina el famoso cuento? Un amante melancólico ante la certeza de su amor imposible, no se expresaría mejor.

Alice Liddell contaba unos cuatro años, cuando el joven Charles la conoce. Él trabajaba en la Biblioteca, y la niña, junto a sus dos hermanas, jugaba en el jardín al que se abrían las ventanas de la sala de lectura, y debido a lo obligado de la vecindad, nació entre ellos una relación amistosa que se hizo intensa.

En 1856, Dodgson comienza a colaborar en revistas, editando algunas, adopta su famoso seudónimo, se hace amigo de la actriz Ellen Terry, y traba relación con el poeta lord Tennyson y con Ruskin el crítico de arte, quien más tarde le disuadiría para que incluyese en la versión definitiva de Alicia, (la primera se tituló Las Aventuras Subterráneas de Alicia y falta, entre otros personajes, el famoso gato), sus dibujos siendo propuesto y elegido el ilustrador John Tenniel, substitución que fue aceptada a regañadientes por Lewis Carroll.

Una de las aficiones del escritor, hobby reservado a pocos en su época, fue la fotografía y gracias a ella han podido llegar hasta nosotros los retratos que él realizó tanto de Alicia Liddell, su pequeña musa inspiradora, como de numerosas amiguitas suyas, de Carroll. Porque ésta es otra, la curiosa costumbre que el escritor tenía de establecer lazos amistoso con criaturas de corta edad e invariablemente niñas, a los niños los aborrecía, lo que ha dado pábulo a muchas habladurías en las que se asegura que esa atracción suya experimentada hacia las impúberes, no era sino cierto tipo de desviación sexual.

Foto de Alice tomada por el propio Lewis Carroll


En las fotografías de Lewis Carroll descubrimos como Alice es una niñita morena con gesto de fastidio, que no encaja físicamente con la Alicia rubia, impertinente y curiosa, del cuento, es "otra niña", y sin embargo, "es" Alicia mal que nos pese.


El día 4 de julio de 1862, y en el transcurso de un memorable viaje en barca por el Támesis cerca de Oxford, Lewis Carroll relata a Alice y a sus dos hermanitas un cuento que va surgiendo inspirado en parte, por los acontecimientos de la excursión: Las aventuras Subterráneas de Alicia, tiempo después rebautizado como Alicia en el País de los Elfos, y dos años más tarde con el título ya de todos conocido.

Hay que puntualizar que Carroll, narró aquella tarde otro más de sus cuentos, que tal vez se hubiese perdido de no ser por la insistencia de Alice en que lo escribiera "para ella". ¿Cómo iba a negarse el profesor Dodgson?

Asegura la leyenda que Carroll se pasó la noche en vela escribiéndolo y haciendo los dibujos, lo que, como leyenda, está bien, mas la realidad indica todo lo contrario ya que hasta en el mes de febrero del siguiente año, no acabó de escribirlo y dibujarlo, regalándoselo a la pequeña un año después, por Navidad, aunque con cierta anticipación, puesto que ello tuvo lugar el 26 de noviembre de 1864.

El cuento de Alicia, tal y como lo conocemos, se publicó en 1865, el mismo 4 de julio, en conmemoración de la famosa tarde en que fue contado por primera vez.



Lewis Carroll nunca llegó a imaginar que sus cuentos se publicaran y de haberlo supuesto alguna vez, mucho menos el que tuvieran el éxito arrollador que conoció la primera Alicia y después la segunda atravesando el espejos. Por cierto, que esta segunda Alicia no tiene nada que ver con la primera aunque literariamente sea la misma, ya que se la inspiró otra niña de igual nombre.

Gracias a sus historietas infantiles, ya que escribió muchas más, cuya financiación él mismo costeaba a las editoriales, que con gusto le hubieran pagado, el profesor Dodgson, matemático eminente, y autor de serios libros de texto, se hizo rico, pero como era una persona caritativa, empleó ese dinero en hacer obras de beneficencia, faceta suya ésta no demasiado divulgada.

Charles Lutwidge Dodgson, falleció en 1898, el 14 de noviembre, de una gripe que degeneró en pulmonía, a los 66 años de edad y con él recibieron sepultura, muchas de las incógnitas que aún hoy en día investigan sus biógrafos, por ejemplo, ese desmedido amor por las niñas que, en cuanto crecían, "abandonaba", su fijación por Alicia Liddell a la que, excepción de su propia regla, jamás olvidó, llegando incluso a cartearse con ella ya en el final de su existencia, siempre a propósito de la Alicia de ficción, enviándole varias misivas absolutamente inocentes





sábado, julio 22, 2006

Humpty Dumpty sat on a wall


Hallandose don huevon

sentado en un alto muro
pego un resbalon y.. ¡PLOF!
¡Cayo contra el suelo duro!





Rajose como un melon
¿¡Ay, quien lo compondria
al bueno de Don huevon¡?
Ni el Rey ni toda su caballeria


viernes, julio 21, 2006

Siempre podria ser peor

Había una vez (hace 75 millónes de años para ser más preciso) un emperador galáctico extraterrestre llamado Xenu. Xenu estuvo encargado de todos los planetas en esta parte de la galaxia incluyedo nuestro planeta Tierra, excepto que en esos días se llamába Teegeeack. Entonces Xenu tuvo un problema. Todos los 76 planetas que él controlaba estaban sobrepoblados. Cada planeta tenia un promedio de 178 billones de habitantes. El quiso resolver el problema de la superpoblación y se le ocurrio un plan.

Xenu asumió la dirección y el control completo con la ayuda de traidores para derrotar a la gente buena y a los Funcionarios Leales. Entonces con la ayuda de psiquiatras él llamó a los billones de personas para inspecciones de ingresos e impuestos pero en lugar de eso recibieron inyecciones de alcohol y de glycol mezclados para paralizarlos. Entonces ellos los pusieron en aviones espaciales que eran exactamente como los DC8s (excepto que estos tenian motores Jet en vez de hélices).


Entonces estos aviones DC8 espaciales volaron al planeta Tierra donde la gente paralizada se amontono alrededor de las bases de los volcanes en centenares de billones. Cuando ellos habían terminado de amontonarlos colocaron bombas atomicas alrededor de los volcanes. Xenu entonces detonó todas las Bombas Atomicas al mismo tiempo y mato a todos.

La historia no termina allí porque. todos tenian un alma (llamado un "thetan" en esta historia) y entonces Xenu tenia la tarea de burlar a las almas para que no volvieran nuevamente. Entonces mientras los centenares de billones de almas estaban siendo sopladas alrededor por los vientos nucleares él coloco trampas electrónicas especiales que atraparon todas los almas en rayos electrónicos (Estos rayos electrónicos eran viscosas como el papel matamoscas).

Después que capturo todos estas almas las empaqueto en cajas y las llevo a unos cines enormes. Allí todos los almas estuvieron dias y días viendo peliculas especiales en 3D que les contaron como la vida debería ser y muchas cosas confusas. En esta película ellos se mostraron historias falsas que les decian que ellos eran Dios, El Diablo y Cristo. En la historia este proceso se llama "implante".

Cuando las películas terminaron y los almas dejaron el cine estas almas comenzaron a juntarse porque todos ellos habian visto la misma película y ellos pensaron que eran la misma persona. Ellos se juntaron en grupos de unos mil. Ahora debido a que había únos pocos cuerpos vivos ellos permanecieron como racimos y habitaron estos cuerpos.


En lo que concierne a Xenu, los Funcionarios Leales finalmente lo derrocaron y ellos lo encerraron lejos en una montaña sobre uno de los planetas. El esta guardado por un campo de fuerza - el campo esta energizado por una pila eterna y Xenu esta todavía vivo hoy en dia


Este es el fin de la historia. Y hoy en dia cada persona está llena de estos racimos de almas llamado "el cuerpo de los thetanes". Y si nosotros quisieramos ser un alma libre entonces nosotros tenemos que quitarnos este "cuerpo de los thetanes" y pagar una gran cantidad del dinero para hacerlo. Y la única de razón por que la gente cree en Dios y Cristo es porque estuvo en la película que vieron los thetanes hace 75 millónes de años.


¿Menuda CHORRADA, verdad?




Desafortunadamente esta historia es la creencia central de la religión conocida como Cienciologia, imaginaros el resto.



jueves, julio 13, 2006

Pactar con el diablo

Hay algo en el lado oscuro que a todos nos fascina. Hablemos de Robert Johnson. Considerado como uno de los blues-man más influyentes y legendarios de la Historia, Robert Leroy Johnson vino al mundo el 8 de mayo de 1911 en Hazlehurst, Mississippi.

Hijo de una descendiente de esclavos y de un jornalero, ya desde pequeño era muy aficionado a la música, y pronto aprendió a tocar la armónica imitando a sus ídolos.
Pero el instrumento que fascinaba a este negro de mirada inquietante era la guitarra. Por desgracia, la "seiscuerdas" no se le daba demasiado bien, a pesar de que ponía empeño en mejorar su técnica, sobre todo imitando a algunos de los mejores músicos del momento como Charlie Patton o Son House.

Con sólo 17 añitos contrae matrimonio con Virginia Travis, de sólo 14. Sin embargo, la tragedia golpeó pronto al joven Robert, cuando dos años después de casarse, la muerte se llevó a su esposa embarazada, perdiendo también al hijo que esperaban. Pronto comenzaría a engrosar su lista de amantes frecuentando la compañía de numerosas mujeres -algunas mucho mayores que él- con algunas de las cuales llegó a tener hijos, eso sí, ilegítimos. Sin embargo, tras la muerte de su esposa Virginia el bueno de Robert no volvería a ser el mismo. Libre de las obligaciones de un marido, el músico comenzó a beber y a introducirse en una espiral de desenfreno de la que no saldría hasta su muerte.

Trabajó en los campos durante algún tiempo, pero siempre alternando esta actividad con la de músico en diferentes locales.
Como ya hemos dicho, Robert Johnson -a pesar de la pasión que sentía hacia la guitarra- no era demasiado diestro con su instrumento favorito. Esa, según dicen, es la razón por la que desapareció durante todo un año de Robinsonville, tras escuchar al músico Ike Zinnerman decir que había aprendido a tocar blues sobre una tumba a media noche.

Lo cierto es que tras ese año desaparecido, Robert volvió a su tierra, pero no siendo simplemente un músico mejor: se había transformado en el mejor guitarrista del momento y la leyenda comenzaba. Sus dedos se deslizaban por el mástil de la guitarra de tal modo que muchos no podían creer que se le pudiera sacar aquel sonido a un trozo de madera con cuerdas.



Pronto fue considerado el rey de la técnica del slide -propia del blues- a la que acompañaba con una personal y atractiva voz.
¿Cuál era el secreto?¿Cómo lo había conseguido? Según otro músico coetáneo de Johnson, llamado Tommy Johnson, la cuestión era bien simple: para ser el mejor sólo tenías que ir a un cruce de caminos, a media noche, sentarte a tocar con tu guitarra donde los caminos se cortan.

Un hombre grande y negro acompañado de un perro aparecerá, y te pedirá la guitarra. Entonces, él tocará la canción que tú estabas interpretando y te devolverá el instrumento. Desde entonces serás el mejor guitarrista. Pero, eso sí, todo tiene un precio. Y en este caso, era el Alma. No es extraño, por tanto, que este increíble músico negro tuviera entre sus temas algunas canciones como Me and the Devil Blues -"El Blues de el Diablo y yo"- o Cross road Blues -"El Blues del cruce de caminos"-
Lo que es incuestionable es que Robert Johnson logró ser un blues-man afamado en una época difícil. Su fama llegó hasta Nueva York, y tocó viajando de pueblo en pueblo, siempre impecable, siempre perfecto en sus canciones.

Gracias a la ayuda de Don Law, Johnson grabó en cinco sesiones las 29 canciones que de él se conservan, todas para el sello A.R.C. Esto le reportó cierta fama y algunos dólares, que por supuesto no dudó en gastar en mujeres y alcohol. Y la verdad es que escuchar estas grabaciones puede producir un escalofrío, sobre todo si tenemos en cuenta que en algunas canciones parecen sonar dos guitarras a la vez, cuando Johnson grabó en solitario. Sin embargo, se ve que el Diablo tenía prisa por cobrar la deuda que Johnson había contraído con él.

Con sólo 27 años Robert Johnson moría, tras tres días de lenta agonía, provocada -al parecer- por un marido celoso que consiguió envenenarle con estricnina.
Lo cierto es que la influencia en la música Blues -y, por tanto, en el Rock y en el Pop posteriores- es indudable. Músicos como Keith Richards o Eric Clapton han versionado sus canciones, y su música sigue cautivando a los verdaderos amantes del Blues.

miércoles, julio 05, 2006

Neverland alterado

James Matthew Barrie, nació en Kirriemuir, Escocia, el 9 de mayo de 1860, siendo sus padres David Barrie y Margaret Ogilvy.

A los cinco años un hecho traumático viene a marcar su vida para siempre condicionándola a una carencia que le acompañaría hasta el final de sus días: su hermano David, cercano a los 14 años, fallece en un terrible accidente, y la madre, Margaret, queda tan tocada por la pérdida que se recluye durante meses en su dormitorio, sin querer ver a nadie, y menos que a ninguno, a su hijo pequeño James.

Barrie creció, pues, a la sombra de un hermano mitificado por una madre que antepuso su recuerdo al del hijo vivo a quien pareció incluso coger aversión simplemente porque estaba vivo, “y crecería”, cosa que David ya no podía hacer. Pero James no creció en muchos aspectos, nunca superó el metro cincuenta de estatura y prefería más frecuentar el trato de la chiquillería que el mundo de los adultos.

Empezó a escribir en la infancia, no relatos de imaginación, sino tomando sus propias vivencias como tema, y en 1883, Barrie entra en el diario de Nottingham.
Iniciándose profesionalmente en las letras, no tarda en empezar a escribir novelas como, por ejemplo, El admirable Crichton, y en 1896, abre su corazón con Margaret Ogilvy, libro biográfico dedicado a su madre, al año de haber fallecido ésta. En 1897 es ya escritor renombrado en Inglaterra y también en Norteamérica, y contrae matrimonio con una actriz, Mary Ansell. Extraño matrimonio, que, según dicen, no se llegó, a consumar por impotencia, concluyendo en divorcio años después.

El escritor vivía cerca de los Jardines de Kensington y gustaba de dar largos paseos por el parque ya que le distraían los juegos infantiles, observados con indudable nostalgia, y por esta razón llegaba incluso a entablar conversaciones con los niños que le aceptaron siempre como uno más ya que el pequeño caballero les complacía relatando cuentos muy interesantes.

Su buena disposición para con el mundo infantil, le granjeó muchas amistades, una de ellas, significativa por lo que representa en literatura, fue la que estableció con la niñita de 4 años Margaret, una criatura angelical que llamaba a Barrie mi “friendy” puesto que le era difícil pronuncias correctamente “friendly” y habitualmente sonaba como “fwendy” o “wendy”; esta muchachita falleció a los seis años.

En la vida de James Barrie, la muerte de sus seres amados parece una constante, su hermano, su madre, la pequeña Margaret, el matrimonio Lewellyn Davies, y más adelante, ya casi en su vejez, serán los tres jóvenes hijos de ese matrimonio, con cuya familia le unieron lazos de profundo afecto, George muerto en la Gran Guerra, Michael ahogado junto con un amigo -se presume que fue suicidio ya que ambos eran homosexuales-, y Peter, al que se le conoció siempre como “Peter Pan”, quien halló la muerte lanzándose al paso del tren en Sloane Square.

El universo fantástico que constituye, por paradójico que resulte, el único mundo real de los escritores, se halla en el caso de Barrie –como en el de Lewis Carroll con Alicia Liddell, por cierto, que el cuento de Alicia se público en los cruciales cinco años de James Barrie-, lleno de curiosas anécdotas que sólo pueden tener normalidad en la mente de un novelista o ser aprovechadas por él para utilizarlas en sus obras.


Barrie conoció a los niños Lewellyn Davies en los jardines de Kensington, residencia de su Peter Pan no por casualidad, y posteriormente a sus padres, un adinerado y bondadoso matrimonio, algo excéntrico, que “adoptó” al escritor como un hijo más, convirtiéndose la madre de familia, una mujer joven todavía, en el gran amor platónico de James; de ella dijo éste “que era la criatura más hermosa que había visto jamás”.
De tal suerte, el escritor se construyó una familia ideal con “padres” que le querían y “hermanos”·que le adoraban. Ahora bien, que nadie piense mal; por anómalo que todo pueda parecer, nunca hubo más de lo que aparentaba ser en realidad.

Al fallecimiento de los padres, James se hizo cargo de los chicos, prohijándolos y ocupándose de ellos para siempre y, saliendo al paso de presuntos comentarios maliciosos, agregaremos que, según el biógrafo de James Barrie, Andrew Birkin, el escritor no era ni homosexual ni pedófilo, confidencia que recogió de otro hermano Lewellyn Davies.


Peter Pan nació primero como cuento en versión oral y su autor estuvo escribiendo muchas versiones del mismo hasta su propio fallecimiento, pero si hemos de darle una fecha de partida, diremos que fue en 1903 cuando comenzó a ser más ampliamente conocido. En 1904 se transforma en obra de teatro –Barrie no confiaba en ella, pero su éxito fulminante le demostró lo contrario-, y en 1911 se convierte en cuento, siendo donados, todos los derechos de la publicación, al Hospital Infantil de Londres.

Después de esto, el resto es historia ya sabida; Peter Pan se ha convertido en un clásico: el niño que nunca quiso crecer, el mismo James, Wendy, dulce fantasma de la niña Margaret y madre a su vez en miniatura, la madre tierna y amorosa que hubiera deseado tener el escritor, los niños perdidos, cuya verdadera naturaleza se encierra en otra acepción narrada a los chiquillos Lewellyn Davies y sintetizada por George con esta frase luego aprovechada por Barrie al ponerla en boca de Peter Pan: “morir debe ser una gran aventura”, ya que los niños perdidos, sólo a su muerte, eran transportados al País de Nunca Jamás por Peter Pan.

Pocos años antes de su deceso, James Barrie, convertido en sir por el rey, era un hombre amargado que no sonreía muy a menudo, y que contrajo un calambre en su brazo derecho que llegó incluso a inutilizárselo, singular paralelismo con el del Capitán Garfio, ya que un cocodrilo se lo comió forzándole a llevar uno postizo rematado con el famoso garfio al que debía su nombre.

Famoso, honrado por todos –en el año 1937, la entonces princesita Margaret, le pidió como regalo de cumpleaños, un cuento escrito para ella, pero a él le sorprendió antes la muerte-, sir James Barrie ha pasado a la historia de la literatura infantil como uno de sus autores más afortunados y de cuyo cuento se han realizado varias versiones llevadas al cine -una existe, muda, que es una auténtica maravilla-, Disney y Spielberg, mucho después, también han rendido su homenaje al niño que no quiso crecer, es decir, al propio Barrie cuya frase más representativa es esta:


“Nada pasa, después de los 12 años, que importe mucho”




Los Archivos Secretos de Disney

Dejando a un lado el tono luctuoso de la entrada de ayer, voy a poner este video donde se nos muestra como funciona Disney por dentro. Aquí os dejo con los Archivos Secretos, seguro que los disfrutais tanto como lo hice yo cuando me pasaron el link. No olvideis hacerle una visita al blog del amiguete Thehardmenpath, artifice del doblaje al castellano de este video.


martes, julio 04, 2006

GRODEK y otras historias

Georg Trakl nació el 3 de febrero de 1887 en Salzburgo, hijo de un comerciante. Desde 1897, estudia en el Gymnasium, piano, lecturas de simbolistas franceses, además de Nietzsche, Lenau, George, Hofmannstahl. Desde 1905, mancebo de botica; empieza a tomar drogas para paliar sus estados de tensión y nerviosismo. En 1908 empieza los estudios de Farmacia en Viena; cambios de domicilio (Innsbruck, Salzburgo, Viena) y de empleo (en farmacias, en los ministerios de Trabajo y de Guerra); primer volumen de poemas en 1913 (Gedichte), aunque sus primeras obras deben de ser de 1904. Al estallar la guerra, sanitario militar; en la batalla de Grodeck tuvo que ocuparse el sólo de 90 heridos graves; intento de suicidio, se le envía al hospital de Cracovia para observación psiquiátrica; muere la noche del 3 al 4 de noviembre, al parecer de una sobredosis de cocaína. Un genio que brillo fugazmente pero con una intensidad inusitada.



GRODEK

De atardecida suenan los bosques otoñales
de armas mortales, las praderas doradas
y los lagos azulados, el sol sobre todo
se ahonda en sombras: la noche abraza
a guerreros moribundos, el quejido fiero
de sus bocas destrozadas.

Pero callada en el fondo de los prados,
roja nubareda que habita un dios de ira, se congrega
la sangre derramada, frío de luna;
todos los caminos desembocan en negra podredumbre.

Bajo doradas enramadas de la noche y las estrellas
por el soto silencioso va la sombra de la hermana dando tumbos,
saluda a los espectros de los héroes, las cabezas que aún sangran,
y quedas suenan en el juncal las flautas oscuras del otoño.

¡Tristeza orgullosa! ¡Altares de acero!
Alimenta hoy la llama ardiente del espíritu un dolor violento
de nietos no nacidos.





A los enmudecidos


Ah, locura de la gran ciudad, al caer la tarde
a oscuros muros clavados miran árboles informes,
en máscara de plata el genio del mal observa,
luz con látigo magnético repele a la noche de piedra.
Ah, sumido son de campanas en ocaso.

Puta que alumbra entre helados temblores a un niño muerto.
Ira de Dios que azota furiosa la frente del poseso,
púrpura peste, hambre que rompe en trizas los ojos verdes.
Ah, la horrorosa risa del oro.

Mas calmada mana en guarida oscura humanidad más callada,
y en duros metales conforma la cabeza salvadora.

lunes, julio 03, 2006

Gente Bizarra

Se dice que de él que inspiró películas tales como ‘La matanza de Texas’, ‘El silencio de los corderos’, ‘Psicosis’ y otras de corte similar.

Todo comenzó en la tarde del 8 de diciembre de 1954, invierno, cuando un granjero de Plainfield, en Wisconsin, entró en “la taberna de los Hogan” a echar un trago. La propietaria, Mary Hogan, no está. En su lugar, había mucha sangre cubriendo la madera del suelo.

No había señales de lucha y la caja seguía llena, y el determinó que la mujer había sido asesinada y su cuerpo arrastrado hasta un coche. Nada más se supo entonces.

Un mes después, el propietario del aserradero refería la existencia de un hombre pequeño y tímido, del que decía que a veces se echaba a reír nerviosamente y sin motivos, que vivía en una granja de madera a pocos kilómetros de allí. Su nombre era Ed Gein.

Gein vivía solo desde la muerte de su madre en 1945 y se ganaba la vida haciendo toda clase de trabajos a los vecinos de Plainfield. Fue su habilidad en este tipo de trabajos, por la que este hombre de complexión débil, mediana edad, pelo rubio y ojos azules empezó a ser conocido entre las gentes del lugar como una persona trabajadora, cumplidora, fiable pero excéntrica.

La mañana del sábado 16 de noviembre de 1957, Ed Gein asesinaba a la dueña de la ferretería del pueblo, Bernice Worden, disparándole una bala con su viejo rifle de caza del calibre 22. También en esta ocasión se llevó el cadáver en la furgoneta, dejando el suelo del local encharcado de sangre. Pero esta vez, habría un testigo… el libro de contabilidad. En la última anotación, su nombre.

Cuando la policía fue a registrar su casa, tras la detención, hallaron un cuerpo decapitado de mujer con un profundo agujero en el estómago que colgaba del techo. El cadáver destripado colgaba de un gancho por el tobillo y con un alambre le habían sujetado el otro pie a una polea.

Por todas partes se veían montañas de basura y desperdicios, excrementos, revistas pornográficas, de terror y de anatomía humana, una dentadura sobre el mantel de la mesa…

También había cráneos esparcidos por la cocina, algunos empleados como cuencos. Una de las sillas de la cocina estaba hecha con piel humana, como las pantallas de las lámparas, las papeleras, las fundas de los cuchillos e incluso máscaras y algunas prenda de vestir.

Gein murió por insuficiencia respiratoria el 26 de julio de 1984, tras décadas de reclusión en una unidad psiquiátrica, donde resultó ser un paciente modelo. En la actualidad, sus restos descansan en el cementerio de Plainfield, al lado de los de su madre de quien, se dice, fue quien una de las responsables de su personalidad desequilibrada






domingo, julio 02, 2006

Mirada Perdida

Mírate fijamente en un espejo. Mírate primero a uno de los ojos. Luego cambia al otro. Izquierda. Derecha. Izquierda. Derecha. Como comprobarás, no puedes ver cómo se mueven tus propios ojos aunque ciertamente los estás moviendo. En cambio si hay otra persona observándote, o eres tú quien mira a un amigo haciendo el experimiento, esos leves movimientos se ven perfectamente. Se llaman movimientos sacádicos oculares y el ojo los hace de forma continua y automática para componer los detalles de una escena. Pero la información que hay entre un movimiento de sacada y otra no se procesa: sólo ves la imagen anterior y la posterior, no el «movimiento borroso» que hay entre medias. Como duran entre 20 y 800 milisegundos, si se suma el tiempo de todos los movimientos sacácidos durante el día, incluso sin contar los parpadeos, resulta que durante unos 90 minutos al día no ves nada de nada debido a estos movimientos, pero tu cerebro completa esa información visual que falta, como por arte de magia.

sábado, julio 01, 2006

Castigo Divino

Toda la tierra tenía una misma lengua y usaba las mismas palabras. Los hombres en su emigración hacia oriente hallaron una llanura en la región de Senaar y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: "Ea, hagamos ladrillos y cozámoslos al fuego". Se sirvieron de los ladrillos en lugar de piedras y de betún en lugar de argamasa. Luego dijeron: "Ea, edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo. Hagámonos así famosos y no estemos más dispersos sobre la faz de la tierra". Pero el dios de los hebreos, Yahvé, descendió para ver la ciudad y la torre que los hombres estaban levantando y dijo: "He aquí que todos forman un solo pueblo y todos hablan una misma lengua, siendo este el principio de sus empresas. Nada les impedirá que lleven a cabo todo lo que se propongan. Pues bien, descendamos y allí mismo confundamos su lenguaje de modo que no se entiendan los unos con los otros". Así, Yahvé los dispersó de allí sobre toda la faz de la tierra y cesaron en la construcción de la ciudad. Por ello se la llamó Babel, porque allí confundió Yahvé la lengua de todos los habitantes de la tierra y los dispersó por toda la superficie.