martes, febrero 03, 2009

La suma del cuadrado de....

No se si Burgos es una ciudad atípica o si en todas las ciudades de España se sigue un cierto patrón de comportamiento en algunas profesiones. Ya se que en cada trabajo habrá de todo, gente que cumpla con su cometido de manera eficiente y gente que no pegue ni un sello por no gastar saliva. Hoy vamos a centrarnos en esos colectivos tan llenos de hijos de mil leches que abundan en Burgos.

1 - CONDUCTORES DE AUTOBUS -

Por este blog y sus (escasas) actualizaciones podeis tener una ligera nocion de lo que se cuece en esos lugares abyectos que son las paradas de autobus, autenticos cenagales humanos donde se junta lo peor y cada cual saca su lado mas oscuro. Octogenarios agresores, chaperos seniles en busca de culos frescos, gente que habla a la persona del asiento de al lado cuando este resulta estar vacio o bandarras que se cuelgan de las barras del interior mientras meten bulla al mas puro estilo sancristobalero o señoras que miden su peso en toneladas metricas. Imagenaos la panoplia mas amplia de depravados, perdedores, buscavidas y degenerados morales que querais dentro de uno de estos engendros metalicos de 4 ruedas (o seis si son dobles...) y quedaran empequeñecidos ante los autenticos reyes de la grima del cotarro, los conductores del autobus.



Tengo entendido que para ser funcionario del ayuntamiento, mas concretamente Conductor de Autobus Urbano uno debe pasar cierto proceso de seleccion donde se depura el polvo de la paja y donde se elige a gente competente y capaz de desempeñar su trabajo en las mejores condiciones posibles, luego me pregunto de dodne sacan a los asilvestrados que conducen los autobuses de esta ciudad. Podeis preguntar a cualquier Burgales sobre esta elite de la conduccion publica y os aseguro que no habra ni uno solo que no haya tenido en algun momento problema con uno de estos duques de la carretera. Como las que podria contar por haberlas visto son interminables, voy a relatar en las que me he visto involucrado de forma personal.

1 - El caso de los 120 centimos de euro -

Un Domingo frio y lluvioso, con un par de grados bajo cero, me dirigia a coger el bus, me habia retrasado por problemillas en el ascensor e iba con el tiempo pegado al cuelo corriendo hacia la parada, esa linea el fin de semana tiene una cadencia de un autobus cada hora, asi que o bien lo cogia o bien me chupaba un trayecto polar de una hora andando o bien optaba por un trayecto en taxi. Como andar cansa y el taxi no es gratis preferi gastar mis ultimos cartuchos corriendo hacia el autobus de forma un tanto temeraria de tal forma que me emti en el carril donde estaba para que me viera correr hacia el (el bus estaba aun detenido) y esperase a que llegara, seria cuestion de 15 o 20 segundos, no mas. Durante el medio kilometro que distaba mi casa del Bus el conductor tuvo contacto visual conmigo el 100% del tiempo, y con contacto visual no me refiero a que estuviera en su radio de vision sino a que me estaba mirando correr regodeandose con una sonrisita de medio lado. El caso es que justo cuando estaba a 15 metros el muy cabron, que hasta el momento habia tenido la puerta abierta sin que hubiera nadie esperando para subir o bajar, decide cerrarla y arrancar meintras me mira con ojillos maliciosos y echandose una risotada. Vamos, lo que se dice ser un hijo de puta, aqui y en la china popular.

Pero0 aqui no acaba la cosa, tras una hora bajo la lluvia helada llego a mi destino con no demasiado buen humor y urdiendo un plan para vengarme del autobusero, lo tenia claro.
A la mañana siguiente me dirijo con tres euros a mi caja de ahorros de toda la vida diciendole a mi cajero de confianza que me cambiara aquellas 3 monedas de euro en 300 monedas de centimo de euro para "cambio en la tienda de un amigo" a lo que el accede sin la menor queja. Ya estaba la mitad de plan hecho. Los autobuseros de Burgos por lo general mantienen una linea varios dias asi que ya sabia cual seria el siguiente paso. Aquel mismo dia, Lunes, baje 5 minutos antes a la parada, estaba dispuesto a sacrificar tiempo y temperatura por llevar a cabo mi plan. Al poco tiempo aparece el autobus por la esquina y yo me preparo para subir con un billeto de 50€ en la mano para pagar los 85 centimos del viaje.

-Oye majete, no has leido el cartel?
-Que cartel? - esto lo dije con el tono mas inocente del mundo -
-Ese que dice que no damos cambio a billetes mayores de diez euros
-Anda, pues es la primera vez que lo veo, como siempre pago con la tarjeta..
-Pues o pagas con la tarjeta o te bajas -aqui dando muestra de su mitica hospitalidad de autobusero de Burgos-

A estas alturas ya habia una cola importante detras de mi

-Bueno, creo que tengo suelto - en ese momento meto la mano al bolsillo del pantalon vaquero y saco un puñado de monedas de centimo de euro, exactamente 85, el precio del billete, y se las pongo encima del minimostrador de pagos -
-Esto que coño es? Estas de broma?
-Bueno, ahi pone que no aceptais billetes, no dice nada de monedas
-Pero esto no puedo aceptarlo (aqui empieza a ponerse nerviosito..)
-Y eso donde lo pone?
-Lo digo yo!! (vena hinchada en el cuello y frente)
-Pues si no me lo enseñas en un papel a mi PLIN - la cola empieza a quejarse y a empujarme, yo ni me inmuto -
-No tienes otras monedas mas grandes?
-A ver que mire -Meto la mano en otro bolso y saco otras ochenta y tantas monedas de centimillo - No, solo tengo esto
-Te dejo pasar solo por no hacer cola y mantener un horario, pero esto que no se repita


Aun conservo 150 centimillos por si las moscas..


Como no quiero alargar esto demasiado dire que claro que se repitio durante cuatro o cinco dias donde hice dos viajes diarios pagandole de la misma manera y tocandole los cojones obligandole a contar los centimillos uno a uno. El me hace una, yo le devuelvo diez, que le den por el culo.

Mañana os cuento la segunda parte de este penoso relato basado en hechos reales..

1 comentario:

Ginebra dijo...

No cambies majete a estos autobuseros hay que darles mucha caña que de lo contrario se crecen